La hernia abdominal ocurre cuando una parte de un órgano o tejido sobresale a través de un punto débil en los músculos del abdomen.
Este tipo de hernia es frecuente en personas que han tenido cirugías abdominales, o que realizan actividades físicas intensas. Identificar los síntomas y opciones de tratamiento es fundamental para evitar complicaciones graves.
Los síntomas de una hernia abdominal pueden incluir una protuberancia en el abdomen, dolor o incomodidad, especialmente al realizar esfuerzo físico, y en algunos casos, sensación de debilidad o presión en la zona afectada.
Este tipo de hernia puede presentarse en diferentes áreas del abdomen y se agrava con el tiempo si no se trata adecuadamente.
El tratamiento para depende del tamaño de la hernia y de los síntomas del paciente. Las hernias pequeñas y sin dolor pueden ser monitoreadas, mientras que las hernias más grandes o dolorosas suelen requerir cirugía.
La cirugía de hernia abdominal puede realizarse de forma abierta o laparoscópica, siendo esta última menos invasiva y con tiempos de recuperación más rápidos.
En la cirugía, el cirujano reparará la abertura en la pared abdominal para evitar que los órganos sobresalgan nuevamente.
Las complicaciones de una hernia abdominal sin tratamiento incluyen el riesgo de estrangulamiento, donde el flujo sanguíneo al órgano herniado se corta, causando dolor intenso y poniendo en riesgo la vida del paciente.
Por eso, si notas alguna protuberancia en tu abdomen, es esencial buscar atención médica de inmediato.
Si sospechas de algunos síntomas, agenda una consulta con un especialista en Clínyco.
La evaluación temprana es clave para evitar complicaciones y recibir el tratamiento adecuado.