La hernia en el ombligo es una condición común tanto en adultos como en niños. Aunque algunas hernias pueden ser asintomáticas, en muchos casos es necesario el tratamiento para evitar problemas de salud a largo plazo.
La hernia en el ombligo ocurre cuando parte del tejido abdominal sobresale a través de un punto débil cerca del ombligo, formando una protuberancia en esa área.
En adultos, esta hernia puede deberse a debilidad en los músculos abdominales, embarazo, obesidad o cirugías previas. Los síntomas incluyen una masa o bulto visible cerca del ombligo, dolor al hacer esfuerzo y, en algunos casos, hinchazón.
Si bien algunas hernias umbilicales pueden ser pequeñas y no causar molestias, las hernias más grandes o dolorosas pueden requerir una intervención quirúrgica.
La cirugía de hernia umbilical se realiza para cerrar la abertura en la pared abdominal y prevenir que la hernia vuelva a formarse. El procedimiento puede ser abierto o laparoscópico, siendo este último menos invasivo y con tiempos de recuperación más cortos.
Las complicaciones de una hernia en el ombligo incluyen el riesgo de encarcelamiento, donde la hernia queda atrapada y no puede volver a su posición normal, causando dolor severo y riesgo de estrangulación. Por eso, es importante que las personas con síntomas de hernia umbilical consulten a un especialista.
Si tienes síntomas de una hernia en el ombligo, agenda una consulta médica para evaluar las opciones de tratamiento. La intervención temprana es clave para evitar complicaciones.