Aunque la hernia inguinal en mujeres es menos común que en hombres, sigue siendo una condición relevante. Conocer los síntomas y los factores de riesgo puede ayudar a identificarla y tratarla a tiempo para evitar complicaciones.
La hernia inguinal en mujeres suele manifestarse a través de síntomas como dolor o una sensación de presión en la zona de la ingle, especialmente al realizar actividades físicas intensas.
También puede aparecer una protuberancia visible, que tiende a empeorar al toser, estornudar o levantar objetos pesados. A diferencia de los hombres, las mujeres presentan síntomas menos evidentes, lo que puede dificultar el diagnóstico temprano.
Los factores de riesgo para desarrollar una hernia inguinal en mujeres incluyen el embarazo, la obesidad, antecedentes familiares de hernias y debilidad muscular.
En algunos casos, los síntomas pueden confundirse con otras condiciones ginecológicas, por lo que es fundamental acudir a un especialista si se experimentan molestias en la zona pélvica o inguinal.
El tratamiento para la hernia inguinal en mujeres suele ser quirúrgico, ya sea mediante una cirugía abierta o laparoscópica.
La intervención ayuda a evitar complicaciones como el encarcelamiento o estrangulación de la hernia, que son situaciones graves y requieren atención médica inmediata.
La cirugía tiene un alto índice de éxito y puede devolver la calidad de vida a las pacientes afectadas.
Si presentas síntomas de hernia inguinal, consulta con un especialista de Clínyco para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.